
“Se tú mismo y nadie te dirá lo que haces mal”
Ana Cabello Nieto
Tú has venido a brillar mira cuantos colores tiene el arcoíris, eres un guerrer@.
Desde muy pequeña he considerado que no encajaba en ningún sitio, a veces incluso pensaba que vivía en un cuerpo que no era el mío.
No era consciente de lo que mi alma, cuerpo y mente me querían decir, cada una de esas partes iba por separado. Me vendieron que tenía que estar con un chico, tener hijos, una casa, un trabajo y yo lo compré, eso me llevo a no vivir en congruencia con lo que sentía. Aunque me daban muchas señales de lo que me gustaba no comprendía, estaba tan encerrada en si misma que no llegaba a comprender nada y lo peor es que estaba tan guardado en el subconsciente que ni si quiera se me pasaba por la cabeza.
Tras la muerte de mi madre un año después, algo me hizo sentir y dejarme llevar por ese sentimiento que había nacido en mí, después de muchos lloros, después de rabia, ira, rencor, la autoestima super bajita, decidí escuchar a mi corazón y tomé acción. Fue una etapa muy difícil, lo pase muy mal, lo único que recuerdo de cuando era pequeña es que tenía un secreto guardado, quería ser un chico y deseaba operarme para conseguirlo, pero no porque me atraían las mujeres, sino porque me gustaba hacer las cosas de chicos.
Normal que nadie me aceptara, que se metieran conmigo, si yo misma no me aceptaba como me iban aceptar los demás, eso era imposible.
Lo que estaba viendo en el exterior era un reflejo de lo que estaba sucediendo en mi interior, y esto ocurría para que pudiera darme cuenta de que ni me aceptaba, ni me respetaba a mí misma.
Después de esa lucha y cuando ya había aceptado mi sexualidad, la vida me pasó factura, entré en depresión, a pesar de tenerlo todo, un piso, coche, moto, una persona a mi lado que me amaba, trabajo…, pero yo seguía sintiendo que me faltaba algo.
Comencé a ser responsable de lo que sentía en cada momento, tomé acción y me puse en manos de un psicólogo y psiquiatra, pero el problema seguía estando, hasta que unas series de circunstancias me llevaron a conocer el desarrollo personal, lo cual me permitió dejar de tapar cosas y poner parches en mi vida. Hizo que tomara la decisión de volver a escucharme para saber qué es lo que yo quería en vez de hacer lo que los demás esperaban de mí.
Esa decisión hizo que lo “perdiera” todo, comencé de 0 y volví a construirme por dentro hasta el día de hoy.
Hace más de 10 años que estoy trabajando en mi crecimiento personal y espiritual, ahora soy feliz y vivo el aquí y el ahora.
“Se tú mismo y nadie te dirá lo que haces mal”
Alejandro Aguilar
Tú has venido a brillar mira cuantos colores tiene el arcoíris, eres un guerrer@.

Desde las tierras venezolanas a las costas portuguesas, mi vida ha sido una travesía de desafíos y logros. Emigré en busca de un futuro distinto, graduándome como ingeniero. Cada capítulo de mi vida ha aportado lecciones valiosas, transformando adversidades en oportunidades.
Con resiliencia, he aprendido a extraer lo mejor de cada experiencia, independientemente de si era humilde o opulenta. Mi historia es una narrativa de crecimiento personal, donde las derrotas han sido oportunidades de aprendizaje y los éxitos, motivos de gratitud.
A lo largo de los años, he forjado una mentalidad de superación constante. Mi viaje es un testimonio de la capacidad humana para convertir la adversidad en fortaleza y encontrar luz en la oscuridad. Sigo evolucionando, siempre en la búsqueda de la mejor versión de mí mismo.
Contamos con el aval de prestigiosas universidades

